II Ciclo en Ciencias Sociales para Educación de Adultos

clase nº 12: El humanismo y el desarrollo del pensamiento científico

22.02.2010 13:38

El Humanismo: una nueva visión del ser humano

La Época Moderna se caracteriza por el predominio de una nueva corriente de pensamiento que pone en el centro de sus preocupaciones al ser humano, en contraposición a las corrientes teocéntricas  que ponen a Dios o a varios dioses como centro de interés. La mirada cambia, se traslada desde Dios hacia el ser humano. Estamos hablando del humanismo.

 El humanismo puede definirse como la dimensión intelectual del Renacimiento. Su nacimiento se ubica en Italia, en ciudades como Roma, Venecia y especialmente Florencia, desde donde se difundió hacia otros países de Europa, fundamentalmente los Países Bajos. Los humanistas quisieron dar respuestas a las interrogantes de su época recurriendo tanto al cristianismo como a la filosofía grecolatina, creando un sistema intelectual caracterizado por la supremacía del hombre sobre la naturaleza. Su intención fue la de desarrollar el espíritu crítico y la plena confianza en sus propias posibilidades. 

 Algunos de sus representantes fueron Gianozzo Manetti, Marcillo Ficino y Picò della Mirandola, quien probablemente fue uno de los primeros en usar la palabra  humanismo para caracterizar a este nuevo movimiento. En Florencia se crea una importante Academia con el apoyo de los Médicis, y surgen mecenas –personas con poder económico o político- que apoyaron, protegieron y recibieron en sus palacios a los nuevos creadores. Protegidos por los mecenas, muchos intelectuales y artistas pudieron materializar sus obras.

 Otro de los pensadores humanistas importantes fue Erasmo de Rotterdam (1466-1536), autor de  El Elogio de la Locura,  Enquiridión, y  Coloquios.

Fue creador de una corriente denominada erasmismo, que se difundió por toda Europa y tuvo una duración de más de un siglo. Fue el mayor crítico de las estructuras de la iglesia del siglo XVI y muchos de sus discípulos se convirtieron al protestantismo. Abogó por mayor instrucción para el pueblo y por una piedad auténtica alejada de la superficialidad. Influyó en diferentes pensadores de su época, como por ejemplo, en el italiano Maquiavelo, autor de El Príncipe; el inglés Tomás Moro, autor de Utopía.

Una de las principales características de esta nueva mirada del mundo fue el individualismo. Una recuperación de la esencia humana considera al ser humano tanto en su aspecto espiritual como en su exterioridad, su relación con la naturaleza y su belleza. Se desarrolla su afán aventurero y el lujo y la riqueza como recompensa a su esfuerzo individual; los escritores escriben de lo humano y tienen la posibilidad de difundir sus ideas con la invención de la imprenta de tipos, que se llevó a cabo en Alemania por Gutemberg en 1440. 

Los inventos del período

 Los inventos de este período jugaron un papel fundamental. Recordemos que los hombres del Renacimiento eran aventureros y con mucha confianza en sus capacidades individuales, lo que explica los nuevos descubrimientos llevados a cabo en este período. Por otra parte la imprenta produjo un enorme cambio debido a la posibilidad de difundir las ideas con un volumen y una rapidez jamás experimentadas hasta ese momento. 

 La difusión de los conocimientos geográficos del griego Ptolomeo (siglo II), el Imago Mundi de Pedro D’Ailly, sumado a las ideas del cosmógrafo florentino Toscanelli, daban credibilidad a la teoría de que la tierra era redonda, mientras la idea de que la tierra fuera plana solamente era sostenida por una masa ignorante y/o supersticiosa.

 La cartografía realizada por los árabes, genoveses, portugueses y mallorquines permitió a los nuevos navegantes tener un conocimiento cabal de las costas del viejo mundo. Además, el reemplazo de los barcos medievales por las carabelas y las naos, que agregaron a las velas cuadradas una vela triangular conocida como  latina, les permitió aprovechar todos los vientos y poder navegar en alta mar sin tener que estar siempre pendientes de la costa. 

 La brújula, cuyo descubrimiento se atribuye a los chinos, permitió navegar en el mar teniendo conciencia de los puntos cardinales, mientras que el astrolabio, que permite determinar la latitud y la longitud, resultó determinante para la expansión de la navegación. Estos instrumentos permitieron que los europeos del siglo XV se aventuraran más allá de las rutas conocidas hasta ese momento, permitiendo, por consiguiente, el descubrimiento del continente americano. Por otra parte, el hallazgo de la pólvora implicó un cambio radical en las reglas de la guerra.

La ciencia renacentista, en tanto, sentó las bases de la ciencia moderna, centrada en la búsqueda de la explicación de los fenómenos a través de la razón y la experimentación. El prototipo del hombre renacentista fue Leonardo da Vinci (1452-1519), pintor y estudioso del cuerpo humano y del movimiento. En la astronomía, Nicolás Copérnico dio a conocer su revolucionaria teoría, conocida como  heliocentrismo, que postulaba que el Sol se encontraba en el centro del universo. En la medicina se produjeron avances tan importantes como el descubrimiento de la circulación de la sangre, realizado por Miguel Servet, quien murió en la hoguera condenado por hereje. 

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DANIEL CASTILLO RAMÍREZ